Muchas familias se dan cuenta por primera vez del síndrome de Li-Fraumeni 1 cuando a un familiar cercano le diagnostican un cáncer a una edad inusualmente temprana, lo que lleva a los médicos a preguntar por patrones en el árbol familiar. A veces, los primeros signos del síndrome de Li-Fraumeni 1 aparecen como un cáncer poco frecuente o precoz en un niño o un adulto joven, como sarcoma de partes blandas, tumor cerebral, tumor adrenocortical o cáncer de mama temprano, lo que conduce a realizar pruebas genéticas. En otros casos, el síndrome de Li-Fraumeni 1 se detecta por primera vez gracias a un cribado proactivo o a un asesoramiento genético tras una historia familiar preocupante, incluso antes de que aparezcan síntomas.